miércoles, 8 de agosto de 2012

Nixanemia parte III

   Sigamos con el asunto porque veo que viene para largo. Estaba hablando con una amiga por teléfono cuando de repente me empezó de bajar la presión, tortuosamente, y acto seguido nuestro cuerpo acabó por vomitar bilis, apenas terminé Nixanemia parte II. Suponemos consecuencia del Amoxidal por las placas en el ganglio (tengo angina), sumado al estar-sin-dormir, sumado a que en estos meses Nixanemia está como loco de acá para allá rondándonos el cuerpo, que obviamente se manifiesta. Y hablando de fiestas recordé que hay maneras de conjurar a Nixanemia que se me escapaban y que no son necesariamente a la hora de sentarme a redactar o a poetizar, sino también en giras nocturnas: algunas Axel Eme se queda dormido ni bien suenan las dos y media de la madrugada, pero por el contrario, semi-contraponiéndose, aquellas bastante mejores jodas que siguen después de las once de la matina, tienen la explicación completamente lógica de que Nixanemia ha ganado la mayoría del terreno en el aparato psíquico, usualmente con algunas cuantas caladas previas, que muestran el lado único y más hermoso de nuestro cuerpo peculiarmente disfuncional a qué, -que se manifiesta.
    El hecho es que debería estar durmiendo y sin embargo me mandé una corrida al chino que está acá a una cuadra y realicé la siguiente compra productivísima, a saber: un yogurt, una leche, unos alfajorcitos Jorgito edición roja, un Philip Morris de veinte, y un Speed porque tengo que ver a Lolita que en cualquier momento me toca el timbre, pero dudo que se haya despertado y van a ser casi las 13:00hs. Si me tiro a dormir no escucharé el portero, dormiré hasta las doce de la noche y mañana tengo algo así como una entrevista de trabajo, que conseguí por una amiga -con la que estaba hablando por teléfono-, que no puedo desperdiciar por culpa de Nixanemia, por culpa de Axel Eme que lo dejó gestarse como placas de ganglio. ¿Se puede creer que apenas llegué del chino lo primero que hice fue prenderme un cigarrillo, después de que me bajó la presión y después de vomitar? Soy una chimenea de 22 años (número para nada alentador); Lanata al lado mío es un pichón, Cortázar ni en Oliveira, y estoy a la altura de cualquier médico clínico o del más viejo taxista de trasnoche, si de chimeneas parlantes se trata.
    Creo que entré en contradicción cuando dije anteriormente que estar nixanémico no me preocupaba, pero parece que en ese instante era Nixanemia justamente quien hablábamos, y a Nixanemia no nos importa nada, menos que menos entrar en contradicción. Es tan sencillo que asusta. La buena literatura se hace así, y apenas esté un poquito mejor estaré pensando en comprarme una moto y al carajo con la visión poética. Es tan sencillo que asusta: a veces Axel Eme escribe analizando su nixanemia, otras Nixanemia escribe y punto seguido. Ya se podrá imaginar lo drástico que resultaría lo de la moto si Nixanemia es el que conduce.

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